El nuevo Q6 e-tron genera desilusión: La autonomía que preocupa en el SUV de Audi

Con su diseño distintivo y proporciones imponentes, el Audi Q6 e-tron quattro se presenta visualmente como un SUV de alto nivel. Las líneas elegantes, la firma de iluminación LED y los acabados meticulosamente cuidados refuerzan la identidad premium del vehículo. En su interior, la sensación de lujo se hace evidente gracias a los materiales de alta calidad, los asientos envolventes y las pantallas de alta resolución perfectamente integradas.

No obstante, este panorama casi perfecto se ve afectado por ciertos detalles. En algunos lugares, se pueden encontrar plásticos duros, que contrastan con la elegancia general del diseño. La ergonomía de los controles, especialmente la del pantalla táctil principal, podría mejorarse, ya que los menús a veces son poco intuitivos, lo que obliga al conductor a desviar la atención de la carretera. Aunque el espacio a bordo es amplio, el maletero, aunque aceptable, no está a la altura de lo que se espera en esta categoría.

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Vista lateral del Audi Q6 e-tron quattro 2025 mostrando sus proporciones elegantes y líneas dinámicas.
El diseño frontal del Audi Q6 e-tron quattro combina elegancia y rendimiento, simbolizando la nueva era eléctrica de Audi.

Comportamiento Dinámico: Potencia a Dominar

Con sus 443 caballos y un par impresionante de 855 Nm, el Audi Q6 e-tron quattro ofrece una potencia bruta que satisfará a los aficionados a la conducción. La aceleración es rápida, y el sistema de tracción integral quattro garantiza una excelente motricidad en todo tipo de carreteras. En conducción urbana o en rutas sinuosas, el SUV se muestra confiable y estable, incluso sobre superficies mojadas.

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Sin embargo, esta potencia tiene su desventaja. Se siente el pesado peso del vehículo (cerca de 2,5 toneladas), especialmente durante cambios de apoyo rápidos. La ligereza se ve disminuida, y la dirección, aunque asistida electrónicamente, carece de retroalimentación clara. En la autopista, el confort se mantiene, pero los ruidos de rodadura son perceptibles a alta velocidad, lo que es sorprendente para un vehículo de este segmento.

Vista frontal del Audi Q6 e-tron quattro en movimiento, mostrando su parrilla cerrada característica y sus líneas aerodinámicas.
Los faros del Q6 e-tron quattro integran tecnología de iluminación digital de segunda generación, ofreciendo visibilidad óptima y un diseño distintivo.

Si bien la potencia no es un problema, ya que se espera que pueda acelerar de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos, el frenado sí puede serlo. El aislamiento de la cabina es tan bueno que se pierde la noción de la velocidad hasta que se necesita detener el vehículo. La sensación del pedal de freno es muy buena. El frenado se puede ajustar para una desaceleración continua, pero debes presionar con firmeza si realmente quieres detener este pesado vehículo. Esta es una problemática común en todos los automóviles eléctricos grandes. Sin embargo, los ingenieros de Audi han hecho un buen trabajo ajustando los controles.

En general, el coche es cómodo y refinado. Los niveles de ruido están bien controlados en todo momento, especialmente a velocidades bajas y medias. Como es usual en Audi, hay diferentes modos de conducción, que incluyen configuraciones más relajadas y eficientes en comparación con ajustes más agresivos y que consumen más energía. Sigo pensando que, incluso hoy, el consumo de energía es el factor más importante en un coche eléctrico. La capacidad de recorrer distancias cada vez mayores es lo primero que deberíamos exigir a un automóvil a batería. Todos los esfuerzos técnicos y dinámicos deben enfocarse en este objetivo. Al menos, así lo veo desde mi perspectiva.

Interior del Audi Q6 e-tron quattro destacando el tablero digital y los materiales de alta gama.
El habitáculo del Q6 e-tron quattro ofrece tecnología de vanguardia con una pantalla digital panorámica, asegurando una experiencia de conducción intuitiva.

Autonomía y Consumo: Promesas a Medias

La autonomía es un criterio crucial para cualquier vehículo eléctrico, y el Audi Q6 e-tron quattro no es la excepción. Anunciado con una autonomía teórica de 600 kilómetros según el ciclo WLTP, este SUV parece tener argumentos sólidos para atraer a los conductores que buscan recorridos largos. En uso real, especialmente en trayectos urbanos o periurbanos, las cifras son alentadoras, gracias a una regeneración efectiva durante el frenado.

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Sin embargo, el rendimiento se desploma en la autopista. El consumo se dispara rápidamente a niveles inesperados, reduciendo la autonomía real a aproximadamente 400 kilómetros en las mejores condiciones. Esto se convierte en un problema para los viajes largos, incluso considerando las numerosas estaciones de carga rápida disponibles. Aún más preocupante, durante las pruebas, la velocidad de carga rápida prometida no siempre se alcanzó, lo que incrementó el tiempo de espera en los puntos de recarga. Una discrepancia frustrante para aquellos que esperan un vehículo tan eficiente como práctico.

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En un RS e-tron GT, cuyo objetivo declarado es ofrecer un rendimiento excepcional sin preocuparse por los gastos energéticos, esto es aceptable. Pero en un Q6 e-tron, concebido principalmente como un SUV familiar y versátil, la autonomía se convierte en un criterio primordial. Y en este sentido, debo admitir que mis expectativas para un vehículo alemán de más de 90 000 euros eran mucho más elevadas. Sí, el Q6 e-tron es un Audi en lo que mejor sabe hacer: una calidad de fabricación impecable, un diseño atractivo y una experiencia de conducción confortable. Pero también es un Audi en lo que menos domina: un consumo energético elevado, que sigue siendo una constante en todos sus modelos eléctricos.

Maletero del Audi Q6 e-tron quattro mostrando un espacio de almacenamiento optimizado y modular.
El maletero del Q6 e-tron quattro ofrece un volumen generoso, adaptado a las necesidades de familias y viajeros frecuentes.

Desde que lanzó sus primeros coches eléctricos, que he tenido la oportunidad de probar todos, Audi arrastra una reputación de cifras de consumo desconectadas de la realidad. Y el Q6 e-tron no es la excepción. Ciertamente, con un peso considerable y una potencia elevada, se podía esperar un consumo superior a la media. Pero las discrepancias entre las cifras oficiales y los resultados reales son evidentes. Durante mi semana de pruebas, fue imposible bajar de 22 kWh/100 km, incluso adoptando una conducción eficiente. Para un SUV de esta categoría, es una cifra alta, especialmente considerando que el consumo oficial promedio anunciado es de 18,6 kWh/100 km. En la práctica, superar los 23 kWh/100 km se convierte en algo bastante común.

Estos números de consumo tienen un impacto directo en la autonomía. ¿Los 571 kilómetros prometidos por Audi? Un espejismo. La realidad es muy diferente: será muy difícil superar los 400 kilómetros en ruta, incluso optimizando la conducción. La gestión de la regeneración, especialmente mediante las paletas detrás del volante, ayuda un poco, pero el sistema no permite una conducción verdaderamente a un solo pedal, lo que limita los ahorros energéticos. Incluso al activar el modo Eficiencia, que se supone debe reducir el consumo, los resultados siguen siendo decepcionantes. Esta situación es frustrante para un coche tan moderno, donde se esperaba una mejor gestión de la energía.

Por otro lado, debo reconocer que la recarga es uno de los puntos fuertes de este Q6 e-tron. El proceso es simple y confiable, y los resultados son generalmente satisfactorios. Aunque la promesa de 270 kW no se cumple (la potencia se estabiliza en alrededor de 180 kW a media carga antes de declinar más allá del 70 % de SoC), aún es posible recuperar una autonomía significativa en poco tiempo. Este es un beneficio, pero no compensa un consumo demasiado alto ni una autonomía limitada para viajes largos. En resumen, el Q6 e-tron quattro sigue siendo un coche eléctrico avanzado, pero está lejos de ser ideal para viajar con tranquilidad.

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Vista trasera del Audi Q6 e-tron quattro, destacando las luces traseras OLED y el diseño robusto.
La parte trasera del Q6 e-tron quattro se distingue por sus luces traseras OLED digitales, ofreciendo animaciones de luz personalizables.

Tecnología y Asistencia a la Conducción: Una Interfaz por Mejorar

El Audi Q6 e-tron quattro aspira a estar a la vanguardia de la tecnología, presentando un cockpit completamente digital y sistemas de asistencia de última generación. Las pantallas de alta resolución ofrecen una experiencia visual impresionante, y características como la navegación en realidad aumentada son adiciones muy valiosas. Las asistencias a la conducción – control de crucero adaptativo, mantenimiento en el carril, frenado de emergencia – refuerzan la sensación de seguridad a bordo.

Sin embargo, no todo es perfecto. La interfaz táctil puede presentar inconvenientes, con lentitudes ocasionales y errores que, aunque anecdóticos, empañan la experiencia del usuario. La complejidad de algunos menús también afecta la ergonomía general: acceder a una función simple como el ajuste del aire acondicionado puede requerir varias manipulaciones, un verdadero defecto para un vehículo diseñado para la comodidad y la simplicidad. Por último, aunque el nivel de autonomía de conducción es impresionante, está a años luz de lo que Tesla propone con su Autopilot.

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