Desde sus inicios, los vehículos eléctricos se fundamentan en un esquema técnico bien establecido: una batería de alta tensión en corriente continua (DC), un inversor que transforma esta corriente en alternativa (AC), y un motor trifásico para la propulsión. Este modelo es funcional, pero añade complejidad, peso y pérdidas de energía en cada etapa de la conversión.
Eso es precisamente lo que Porsche busca cuestionar. Su concepto de batería de corriente alterna replantea todo el sistema: la batería en sí genera corriente alterna directamente adaptada al motor eléctrico, sin necesidad de un inversor externo. ¿El resultado? Una cadena de potencia más compacta, más eficiente y más inteligente.
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Una batería modular diseñada para proporcionar directamente corriente alterna #
Técnicamente, Porsche segmenta su batería de alta tensión en 18 módulos individuales, organizados en tres grupos que corresponden a las tres fases del motor eléctrico. Estos módulos pueden ser activados y conectados dinámicamente mediante un sistema de conmutadores de energía, que forman un Convertidor Multinivel Serie-Paralelo (MMSPC).
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Este sistema permite modular la tensión y la frecuencia de salida de la batería, para crear una corriente alterna trifásica directamente desde el paquete de baterías. La electrónica de control ajusta en tiempo real la configuración de los módulos para satisfacer la demanda del motor. En resumen: el motor recibe la energía sin transformación intermedia, ofreciendo mayor flexibilidad y precisión.
Beneficios concretos para los vehículos eléctricos del futuro #
El principal interés de esta innovación es la eliminación del inversor tradicional, un componente que es costoso, voluminoso y que consume mucha energía. Al suprimirlo, Porsche busca una reducción significativa del peso total del vehículo, un ahorro de espacio, y sobre todo, una mayor eficiencia energética, dado que cada conversión de corriente conlleva pérdidas.
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Otro beneficio a destacar es la modularidad y seguridad. En caso de accidente o falla, cada módulo puede ser desactivado individualmente, disminuyendo los riesgos eléctricos tanto para los primeros auxilios como para los ocupantes. Esta arquitectura también permite una mayor flexibilidad en el mantenimiento, incluso el potencial para baterías que puedan ser parcialmente reparadas o reconfiguradas.
Un concepto aún en desarrollo, pero con gran potencial #
Hasta la fecha, la batería de corriente alterna desarrollada por Porsche ha sido validada en laboratorio y ha superado exitosamente las pruebas en banco de ensayos. No se ha anunciado ninguna fecha de producción, y el fabricante se mantiene reservado sobre los proyectos concretos que podrían beneficiarse de esta tecnología.
No obstante, este desarrollo se enmarca en una lógica de innovación estructural promovida por Porsche, en la que la performance y la eficiencia convergen. Si el concepto se materializa, podría transformar la forma en que se diseñan los vehículos eléctricos, acercando cada vez más la arquitectura eléctrica a las exigencias de la conducción deportiva y de alta gama.