Peugeot ha decidido no dejarse llevar por la tendencia de diseñar solo por el diseño. Para 2025, la marca del león presenta su e-Rifter manteniendo una filosofía inalterada: priorizar la funcionalidad sobre la estética. Este ludospace totalmente eléctrico se mantiene como uno de los pocos vehículos en el mercado que ofrece una habitabilidad cuadrada, acceso fácil y volúmenes de carga comparables a un utilitario, sin comprometer el confort de conducción ni su equipamiento.
Diseñado para familias numerosas, trabajadores o actividades al aire libre, el e-Rifter está destinado a quienes buscan un vehículo resistente, espacioso y racional, pero que desean dejar atrás el diésel y optar por la electrificación sin perder autonomía o capacidad de carga. Peugeot mantiene los elementos clave: puertas correderas, techo alto, gran portón trasero y modularidad que hace la diferencia.
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En un mercado que ofrece numerosos crossovers supuestamente familiares, el e-Rifter no oculta su verdadera vocación: es un vehículo versátil, diseñado para transportar personas, objetos, bicicletas, tablas, o incluso los tres elementos simultáneamente, y todo esto en completo silencio.
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Dos longitudes, una misión: la modularidad #
El Peugeot e-Rifter 2025 se ofrece en dos longitudes: 4,405 m en versión estándar y 4,755 m en la versión alargada. Esta última permite configurar hasta 7 plazas, algo inusual en el segmento de los eléctricos compactos. Sin embargo, lo que realmente resalta en este modelo es su versatilidad de uso: asiento trasero abatible, piso plano, asientos independientes, y un volumen de maletero que varía de 597 a 850 litros, dependiendo de la configuración — y hasta 3,000 litros en modo utilitario.
Con esta capacidad, el e-Rifter se convierte en un compañero de carga tan eficaz como una furgoneta, pero ofrece la comodidad y acabado de un vehículo particular. El acceso trasero es óptimo gracias al portón completo, y las puertas correderas simplifican el embarque en espacios reducidos, lo que lo hace adecuado tanto para entornos urbanos como periurbanos.
Esta modularidad no es una elección estética: es la principal promesa del vehículo, y Peugeot la respalda al mantener una arquitectura diseñada para ello, en un momento donde muchos eléctricos sacrifican la usabilidad por un diseño atractivo.
Motorización continuada, pero optimizada #
El Peugeot e-Rifter 2025 no revoluciona su mecánica, pero mejora lo que ya funciona. Mantiene el motor eléctrico de 136 caballos, junto a una batería de 50 kWh (46,3 útiles), que ahora permite recorrer hasta 339 km en ciclo WLTP. Un avance significativo respecto a la generación anterior, suficiente para tranquilizar a usuarios cotidianos y a profesionales.
El vehículo se ofrece en dos niveles de autonomía:
- 339 km para la versión corta
- 327 km para la versión larga (7 plazas)
Estos son valores muy aceptables para un tamaño tan amplio y un uso frecuentemente mixto. Peugeot también anuncia compatibilidad con la carga rápida de 100 kW, permitiendo recuperar 80% de autonomía en 30 minutos. La carga en enchufe doméstico o wallbox es flexible gracias al cargador embarcado de 11 kW, ideal para una carga nocturna en casa o en el trabajo.
No se trata de un vehículo de alto rendimiento ni de un laboratorio de innovación: es una herramienta confiable, diseñada para cumplir con lo que se requiere sin sorpresas ni frustraciones.
Interior y equipamiento: concreción, no gadgets #
En el interior, el e-Rifter sigue la lógica Peugeot: un i-Cockpit con panel digital, una pantalla táctil central de 10 pulgadas y una ergonomía que prioritiza la practicidad. Sin adornos innecesarios, sino una interfaz clara, intuitiva y bien integrada. Los controles son accesibles y los materiales seleccionados son más por su robustez que por su estética.
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El e-Rifter no intenta compararse con un salón sobre ruedas, pero ofrece un verdadero confort de uso, especialmente en las versiones superiores. Los sistemas de asistencia al conductor están presentes: control de crucero adaptativo, alerta de cambio de carril, reconocimiento de señales, pero sin caer en la sobrecarga tecnológica.
Está diseñado para un público que desea un vehículo de trabajo o familiar que cumpla su función, y no un objeto de lujo. En este sentido, el e-Rifter 2025 permanece fiel al espíritu del ludospace: un vehículo funcional, versátil y ahora electrificado, sin ceder ante las modas ni la comercialización.
